Antes de las ocho de la mañana cuando la ciudad comienza apenas a despertar para el afán cotidiano que horas más tarde parece un hormiguero alborotado, los oficinistas corren a marcar la tarjeta, la calle se colma de multitud, lentamente de arriba abajo, de izquierda a derecha, de norte a sur, de oriente a occidente, recorre Luz Marina la manzana que rodea el Parque Nacional, considerado este como monumento histórico, es el lugar de trabajo de esta vendedora ambulante que todos los días al son que le toque, sale muy temprano a buscar la oportunidad de su Vida en deriva del sol , el frío y la lluvia, sacándole el cuerpo al hambre y también esquivando a los raponeros, trabaja hasta caer el atardecer cuando el sol se oculta del cielo. Está en la hora pico en la que el parque ha cambiado a su tónica gris y el ambiente a la vez se torna oscuro, en este frío rincón de Bogotá, se guardan historias de los tr...